De papelerito a voceador

En los periódicos se escribe la vida
Janis Suárez García

Camina, sube y baja un pequeño banco para colocar su producto.  Anteojos  oscuros que cubren buena parte de su rostro y arrugas que han tenido la oportunidad de saber lo que  ha acontecido desde hace 59 años.  Don Isidro Ávila  orgullosamente vende periódicos entre Zacatépetl y Avenida las Torres, en la delegación Tlalpan,  donde lleva informando a la gente 20 años.

“Todos me conocen, me dicen Don Isi” menciona.  Tiene 69 años y lleva en el oficio 59, ha  tenido la oportunidad de vender las noticias que han cambiado al mundo y a México. Desde el terremoto de 1985, el tsunami de indonesia, la toma de posesión de Vicente Fox y hasta los miles de muertos por la guerra contra el crimen organizado.

“Siempre fui muy pobre, en mi familia todos trabajábamos desde pequeños. Yo le hice de varias cosas, pero a los 10 años comencé con los periódicos”. Don Isidro toda su vida ha sido voceador y eso le ha alcanzado para sacar a delante a su familia, Karina, Javier y a su esposa Rosa.  “Recuerdo que cuando era niño y empezaba con esto, teníamos que ir por los periódicos a Bucareli desde las 5:00 am para recoger los periódicos que venderíamos. Era una friega, andar todo el día en la calle tratando de vender las noticias y defendiéndonos de los que nos querían quitar los periódicos”, ríe.

Los gritos  de los voceadores o antiguamente “papeleritos”,  llamaban la atención del público al gritar las noticias más importantes del día, quizá muchos de ellos no sabían leer ni escribir pero trabajaban dignamente para salir adelante. “Yo nunca fui a la escuela, tuve que aprender hacer cuentas para que no me hicieran tarugo. No recuerdo como aprendí a leer, pero ahora me echo el  periódico de principio a fin, sino imagínate como convenzo a mis clientes de que compren el papel”, explica.

Sentado en una cilla de plástico, mira tranquilamente a su alrededor. Saluda a quien lo reconoce y grita alegremente “El Universal, El Gráfico, La Jornada, La prensa”. Dice no impresionarse ante nada, pues, según él “hay cosas peores en los periódicos”.

Lleva viviendo en la delegación 30 años de su vida, en la que  ha conseguido establecerse, ver crecer su negocio, así como brindar una mejor calidad de vida para su familia.   Su jornada laboral comienza desde las 6:00 am, cuando tiene que ir a su  puesto a recibir el material, “Ahora ya te lo traen, no hay que ir hasta las empresas a recogerlo”, después ir a colocarlo y acabar a las 12:00 pm si bien le va.

Cualquiera creería que vender periódico es una cosa fácil y cualquiera podría hacerlo, pero hay que tener en cuenta que ejercer este oficio tiene sus riesgos. Desde tener que enfrentarse a otros colegas o tener que lidiar con las misma sociedad que denigra esta profesión,  hasta tener que luchar  con las autoridades que abusan de su poder. Para tatar de llevar un control y hacer reconocido el oficio de voceador se fundó  la Unión de Expendedores y Voceadores de los Periódicos de México, A. C., antes “Unión de Expendedores y Voceadores de la Prensa del Distrito Federal”, creada desde 1923 en la Ciudad de México.

Ésta organización ha brindado de derechos y obligaciones a los voceadores, cada 20 de abril se celebra el Día del Voceador. “Si no estás asociado a la Unión de voceadores no puedes vender ni un periódico, necesitas estar afiliado para que te den tus papeles y permisos para poder gozar de las supuestas prestaciones que te dan. Son puras jaladas, pero así es esto”. “Ante si apoyaba a la organización, pero ya no. Todo se descompuso, ya hay puras lacras que nada más quieren robar, pero si no los apoyas te quitan tu afiliación y ya no puedes vender”, menciona.

Molesto y con una mirada que se pierde en el recuerdo, Don Isidro trata de ponerse en pie. Son 69 años los que trae acuestas, pero trata de exprimir un poco de fuerza para seguir acomodando las revistas, bebidas, dulces y periódicos que se alojan en ese lugar. “El Grafico por favor” menciona un joven, “No mi amigo ya se acabo, tienes que venir más temprano” exclama aquel anciano que ha dedicado su vida a ser voceador.

Periódicos como El Gráfico o La Prensa se han convertido en referentes para la venta de los diarios, principalmente por la nota roja que ofrecen. “Los periódicos sí se vendían, ahora ya no tanto. Aún recuerdo cuando el periódico ESTO era muy buscado por los señores, ahí uno se enteraba de todos los deportes, ahora sólo lo buscan los viejitos” ríe. “Tú estás muy chica pero yo vendía mucho el periódico Uno más Uno,  pero ahora ya no existe. Ahora lo que se vende más es El Gráfico, La Prensa y regularmente El Universal o La Jornada” menciona.

La disminución de la venta de los diarios en México ha disminuido considerablemente, ya que parte de la población prefiere leerlos por internet. Sin embargo, voceadores como Don Isidro aún piden una moderada cantidad de diarios “Yo pido como 25 periódicos del Grafico, es el que más se vende, como cinco de La Prensa y de los demás como El Universal, La Jornada o Milenio pido tres o cuatro, dependiendo del dinero, porque no se venden mucho y tengo que regresarlos, pero pierdo cuando pasa eso” replica.

Aproximadamente los voceadores ganan uno o dos pesos por periódico, dependiendo del diario, “No le gano mucho, pero me ha sido suficiente para sobrevivir”.  Isidro Ávila está cansado, pero aún le quedan fuerzas para seguir haciendo lo que tanto le gusta, vender periódicos. No le importa levantarse temprano y en ocasiones no descansar ni un solo día a la semana, lo que le interesa en gritar al mundo las noticias que cambiaran nuestra vida.


FOTOGRAFÍA: Archivo Matices del Sur

0 comentarios:

Publicar un comentario

Lo + visitado