Mariana, defensa central de Italia, tuvo que abandonar la cancha luego del accidente
No comparten nada, o casi nada. Él hombre, ella mujer. Él tamaulipeco, ella defeña. Él tiene 17 años, ella más de 20. Él iba vestido de verde, ella de azul. Pero, comparten la sangre, la pasión y la desgracia vestida de gloria. Ambos salvaron a su equipo, ambos quedaron tendidos en el campo, inmovilizados por la herida en sus cabezas, ambos son apodados “La momia”. Él es Julio Gómez, campeón mundial sub-17 y ella es Mariana, defensa central en Italia, equipo que juega todos los sábados en la Deportiva Vivanco.
Sus compañeras llamaban al servicio médico, Mariana seguía en el suelo
Mariana aguantó a pie firme los embates de Holanda, el equipo rival, durante casi todo el partido. Digo casi, porque cuando se agotaba el tiempo reglamentario, una delantera peligrosa comandaba una jugada de gol en el área. Mariana, con su técnica y garra, se barrió en el momento justo para sacarle el balón antes de su disparo. Pero la rodilla de la atacante se incrustó en la cabeza de la central, quien quedó tendida y quejándose de dolor.
Los gritos de su madre saltaban desde afuera. “¡Le pegaron en la cabeza, le pegaron en la cabeza! ¡Tranquila Mariana!”, decía. No resistió más e ingresó al campo de juego. Tras unos segundos llegó el doctor para atenderla. “Ese es riesgo que corre al barrerse”, se excusaba la jugadora de Holanda, mientras en la tribuna los comentarios ya hacían alusión al tamaulipeco, “es como la Momia Gómez, pero de Tlalpan”, comentaban los asistentes.
El partido fue mu cerrado, pero Italia sacó la casta
FOTOGRAFÍAS: Jemima Lorelei Sebastián.
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